Siguiendo en la línea de hablar de irreductibles galos en la localidad de Lloret de Mar, tras la estela dejada por el restaurante Ca l’Enric y su divino pollo, en esta ocasión toca hablar de un local que es una auténtica referencia en el pueblo, tanto por su tipo de cocina como por la filosofía del lugar en sí.

Can Guidet es una masía-restaurante regentada por Miquel y Carme que se encuentra en carrer Nostra Sra. del Rossell, s/n, justo al lado de la carretera de Lloret a Vidreres, detrás del barri del Molí. La masía, pese a haber sufrido algún cambio que otro desde sus orígenes, resiste en plena forma rodeada de hoteles y otros edificios resultado de la expansión del pueblo ocurrida en diferentes etapas. De hecho, en la última de ellas, el huerto que históricamente abastecía casi por completo a los comensales que se acercaban al lugar, fue reducido en buena parte por la construcción de otra vía de acceso al centro del pueblo.  Aún así, acercarse al Guidet sigue pareciéndose, salvando las -muchas- distancias, a estar en un oasis en plena urbe de la Costa Brava.

En Can Guidet, al margen de unos desayunos de campeonato, lo que realmente apasiona es que hacen la comida de siempre, con raciones XXL y a precios en la línea de lugares de culto como la Bodega d’en Rafel o el Gelida.  Comenzando por la ensalada catalana, rellena de material del huerto de la casa y su buena cobertura de embutido rico (bis), pueden seguir con las tortillas, siendo la de ajos tiernos la predilecta de quien os escribe.

En cuanto a segundos platos, estén preparados para un contingente de buena carne a la brasa o al horno, que vendrá acompañada por patatas fritas o, si me permiten dirigirles el tiro, de mongetes del ganxet intercaladas por pancetaca de impresión. Ahora bien, la joya de la corona es el plato de galtes de porc al horno que, con el paso de los años, no ha cambiado en absoluto. Algo siempre de agradecer, especialmente a Carme, que sigue al pie del cañón en la cocina cuidándose de que la masía pueda aguantar cincuenta asaltos urbanísticos más. Por lo menos.

Ideal para cualquier estación del año. En este oasis lloretenc, las bicicletas no sólo son para el verano.