Bodega Luis
Consell de Cent, 27
L1 Hostafrancs
No ha sido ni una ni han sido dos veces las que, yendo de camino a la estimadísima Bodega Escala (actual Bodega Carlos, cambio del que se hablará próximamente), ha tocado quedarse mirando ese cartel descolorido de Mirinda pensando en aquello tan tonto de «un día hay que parar aquí primero a ver qué se cuece». Mucho ruido y pocas nueces. Hasta el pasado mes de mayo, en el que cayó un combo de categoría.
Sí, es cierto, las veces que se ha pisado la Bodega Luis (no confundir con la de calle Pinar del Río), no se ha ido a por el pack completo, sino que la cosa ha quedado siempre en los preliminares. Es decir, vermut de barilejo muy rico, anchoas estupendas sin necesidad de pedir hipoteca a Bankia, olivas simpaticonas y un morro frito de esos que cuesta encontrar en la ciudad. Por lo visto, el morro frito es cosa de la jefa del lugar, que lo hace con cariño. Bravo por ella.
Que faltan más cosas de las que hablar? Naturalmente, pues en la Bodega Luis se gastan bocadillos con pinta interesante y también platos combinados para llenar el buche con propiedad. Al menos dos buenos motivos para volver y alargar estas líneas contando la experiencia.
Un punto más para Hostafrancs, barrio de barrios.
Salud!
