Cura de humildad en la Bodega Escala (no podía ser todo perfecto)
Desde que esta sección vio la luz por primera vez, y hasta la edición que aquí se relata, siempre ha habido un éxito más que considerable. La estadística, por el momento, indica que el arroz de menú que toca descubrir los jueves en la ciudad sigue siendo una marca de identidad. Y eso es siempre motivo de orgullo y satisfacción.
Sin embargo, que todo sea perfecto resulta siempre sospechoso y eso de acertar tanto (algo que también sería discutible, pues es sólo una percepción personal) requería de un correctivo. Y lo encontramos en la Bodega Escala a principios de este mes de febrero.
Pese a que cualquiera de las cosas que nos ofrece este gran lugar nos chifla cual automatismo, lo cierto es que, mientras sirven una fideuá que quita el sentío, el arroz del lugar no vendría siendo su fuerte. Ahora bien, debe tenerse en cuenta que la paella no es mala en absoluto (no entremos en la espiral de tirar toneladas de carne, como en el reciente «escándalo» de la carne con ADN de caballo), sino que simplemente es suficientemente poco sabrosa y sosa como para no catalogarla de paella o arròs a la casola, como se la conoce en el lugar. Otra cosa que debe tenerse en cuenta: nos encontramos ante un menú de menos de 8€ y demasiado sería que acertasen siempre con todo. Es un gran sitio, con gran comida, gran bebida y regentado por una gente que es pura amabilidad y encanto, pero no podía ser todo perfecto.
Fieles a las consignas que encontrábamos en los cupones de rascar, seguiremos buscando: hay miles de premios.
One Response to Cura de humildad en la Bodega Escala (no podía ser todo perfecto)
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[…] bien en la anterior edición de esta sección tuvimos sensaciones dispares, en esta última ocasión la cosa va de segundas -y merecidas- oportunidades; porque ya se sabe que […]
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