Una vez allí fuimos recibidos por los anfitriones con unas cervezas y una comida que mejoraron -en mucho- las expectativas de unos animales de barra como nosotros.Muy bien presentado e introducido, disfrutamos de cerveza de impresión y comida deliciosa que veréis comentada al pie de cada foto.

Primera tanda: ensalada de langostinos salteados con salsa de curry y guindilla. Su acompañante, una Weihenstephan Pilsen.

Segundo round: Sushi y nigiri con una De Graal Gember. Como comentario, debe decirse que el matrimonio atún-De Graal MOLA.

Tercera ronda: Bacalao marinado con miso y espárrago verde. Su acompañante: una St. Georgen Weissbier. El bacalao estaba MUY bueno.

Cuarta: Costilla de cerdo ibérico con salsa de cebolleta y Weihenstephan Vitus. Recomendadísimo.

Quinto matrimonio: muy bien avenido el de la Anguila lacada con foie y la potente Oerbier. Lagrimones de la emoción.

De remate: Tiramisú de te verde con una suave Biolégerère belga. Debe decirse que, a pesar de preferir siempre salado, estaba DELICIOSO.

Una experiencia que aconsejamos sin duda.

Salud!