Quimet & Quimet
Carrer Poeta Cabanyes, 25
L2 L3 Paral·lel
Hace ya algunos años que pisamos por primera vez este sitio. Fue una recomendación de un amigo que en su día no valoramos lo suficiente, pero no fue hasta tiempo después que lo hicimos debidamente.
El recuerdo que queda de aquella primera vez no es otro que desplazarse hasta el Paral·lel y cruzar en dirección Montjuïc, es decir, volver a pisar el barrio del Poble Sec. No éramos conscientes de que era uno de los lugares con más años sobre sus espaldas (abrieron en 1914) ni, por supuesto, de que era un lugar en que la cuarta generación seguía llevándolo tal y como al principio.
Para ser sinceros, después de esa primera visita no recordábamos el nombre del lugar. Menos mal que quien tiene un amigo tiene un tesoro. Y volvimos una y otra vez. Como para no hacerlo. Se trataba del templo de lo que ahora viene llamándose delicatessen o, mejor dicho, comida con sabor, color y olor. Ni más ni menos que visitábamos el Quimet&Quimet, en carrer Poeta Cabanyes, 25 (Metro L2 y L3 Paral·lel).
Entrar a esta antigua bodega de pequeñas dimensiones es un placer para el paladar, toda una alegría. Recomendar algo sería injusto porque, sinceramente, el surtido es tan amplio y tan bueno que escoger sería discriminar sin criterio (y en eso del sincriterio se habla con conocimiento de causa). Por eso, mejor dejarse llevar por las recomendaciones de los amos del lugar. Un combinat acompañado de un rico vermut de la casa (¡servido de grifo!), un vino o una caña (tienen unas cervezas pinchadas de lujo y tienen la suya propia) os dejarán satisfechos. O quizá no, porque querréis repetir en uno de los mejores lugares para hacer el aperitivo de la ciudad. No es de extrañar.
Indispensable para disfrutar del Poble Sec y su más pura esencia. 98 añazos de historia lo avalan.
Salud!
