La vermutería del Tano

  • Barrio:
    Gràcia
  • Interesa:
    Conservas, Vermut casero.

Joan Blanques, 17

L4 Joanic

La Vermutería del Tano no sería uno de nuestros bares predilectos de toda la vida, para qué negarlo. De hecho, no fue hasta que nos pusimos en marcha con este proyecto que, investigando, supimos de su existencia a través de los fuera de serie que perpetran El Blog dels del Morro Fi, que además de serlo cantaron bingo el día que abrieron su propia vermutería. A este genial descubrimiento se le acabó cogiendo cariño leyendo la entrada que les dedica nuestra web hermana, el Moviment de Defensa de les Bodegues de Barri.

Así pues, tocó liarse la manta a la cabeza y visitar al Tano. No es que cumpliera las expectativas, sino que las superó. Eso sí, nunca confesaremos cuáles eran, pero dejémoslo en que el resultado es lo que cuenta. Gracia, barrio histórico donde los haya y uno de los feudos de la tradición de salir a hacer el vermut, sea por desconocimiento o por intoxicación, había dejado de atraernos como lo hacen otros. Gracias a lugares como el Tano, la afición por este barrio nos ha vuelto a invadir. Y hay que dar gracias por ello.

El lugar es un histórico del barrio con más de 70 años de vida que van desde la venta de vino a granel hasta el salir a tomar un delicioso aperitivo. Hoy en día, las conservas que ofrece este templo del vermut son de lo más variado y con mucha calidad. Además, coincidimos del todo con la opinión de la gente del Morro Fi en su entrada, sus olivas son realmente ricas y, aunque sea cuestión de gustos, nos atreveríamos a decir que cuesta encontrar olivismo de este calibre en la ciudad.

Completar el aperitivo regándolo es la otra cara de la misma -deliciosa- moneda. Os podéis hacer con variedad de bebidas, como en muchos otros bares y bodegas, pero lo que nos hace gracia de sitios como éste es que disponen de dos elementos indispensables para el disfrute. Bien sea en silla o barra fija, hay vermut (nada nuevo excepto si descubres que es Perucchi) y quintos de cerveza.

Fresco, fresco y rico rico. Todo a pedir de boca. Disfruten del vermut gracienc más tradicional, que repetirán.

¡Que aproveche!

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