Bar Bodega Quimet
Carrer Vic, 23
L3 Fontana
El Quimet es uno de aquellos sitios que, en un punto, se encontró al borde del abismo pero que, para fortuna de todos, fue debidamente rescatado por gente joven con ganas de conservar -siempre con un toque personal- una bodega de las más emblemáticas de Gràcia.
La verdad es que nunca se llegó a ir al Quimet con sus anteriores propietarios, pero los que nos hablaron del lugar lo conocían muy bien; y están actualmente encantados con tan buen relevo. Con esta premisa, no nos quedó más que dejarnos caer por allí, al mediodía y a traición.
Tocó sentarse y preguntar qué nos sugerían para comer de entre la amplia variedad que se aprecia tanto en la barra como en las pizarras del lugar (¡hay hasta ostras!). Y cayó un combinat. Abundante y variado hasta para carpantas experimentados. Pero hasta que no volvimos no descubrimos que en el Quimet, aparte de tratarte estupendamente, tienen unas papas arrugás con un mojo que interesa. Y mucho. Del embutido y otras cosas del querer mejor no se deja de escribir aquí, porque lo suyo es disfrutarlo in person.
Si pisáis gracia con ganas de picar, este es un gran lugar que visitar.
Que aproveche!