Bodega Massana
Carrer d’Horta, nº 1.
L5 Horta
Con permiso del resto de garitos que podemos encontrar en el grandioso distrito de Horta – Guinardó, hay una bodega que te atrae cual imán con sólo acercarse a su puerta: la Bodega Massana. Y de tener el placer de conocerla sólo se le puede agradecer –one more time– a los apañeros vermutzales del Moviment de Defensa de les Bodegues de Barri, a cuyo post massanero uno se remite si lo que queréis averiguar es la historia y contexto de esta peaso bodega que lleva desde 1930 sosteniendo el carrer d’Horta.
Debe ser por cómo te recibe la bodega y Carles su bodeguero o vaya usted a saber, pero el caso es que es cruzar el umbral de entrada y entrarte ganas de pedir un porrón de vino de la casa (escojan a su gusto, porque en la casa van surtidos) e hincarle el diente a cualquiera de sus manjares, de entre los que destacan -por decir algo- las anchoas o los callos. Pero si quieren guerra, ojo que también la tendrán en forma de brasa. Festivales de carne tanto entre semana, con un menú para dos personas que requiere de no haber cenado la noche anterior (cuanto menos), como los sábados por la mañana, en que hacen sus desayunos a la brasa, míticos donde los haya.
No es de extrañar que la Massana siga cumpliendo años y con ellos vaya a más, porque a este paso, del 2930 no se baja.
¡Que aproveche!